27 dic 2008

Hueco

3 comentarios:

Jacobo Muñiz dijo...

Conmovedor, Maestro Sobrinov.
Le envío un gran abrazo menguahuecos, si es a que usted le pasa lo mismo que al protagonista de su relato, claro. Y si no pues... también.

Alberto Sobrino dijo...

Hola Jacobo, decidí quitar el texto... igual algún día lo retomo y hago un relato sobre eso... Un cuento, no sé... pero bien pensado este blog no era el sitio mejor para ese texto...

Aceptado el abrazo mengahuecos...
Saludetes.

Jacobo Muñiz dijo...

Lo sabía. Jojó, qué suerte la mía. Me dio tiempo a leerlo... y a ver el dibujo tan chulo que lo ilustraba.